Manías en el pádel: ¿por qué se hacen y cuáles son las más habituales en el circuito?

Dentro del pádel podemos encontrarnos a los jugadores que tienen algunas manías o supersticiones y aquellos sobre los que podrías escribir un libro con peculiaridades. Seguro que ahora mismo estás pensando en alguien como Rafa Nadal, uno de los casos más sonados por los gestos y rituales antes, durante y después de sus partidos de tenis.

El mundo del pádel no es menos, y es que en este deporte podemos encontrarnos con jugadores muy maniáticos. Entre estas peculiaridades podemos encontrar a jugadores que se empeñan en no pisar las líneas que delimitan la pista, utilizar la misma ropa interior en cada competición, ducharse en la misma ducha durante todo el torneo, por citarte algunas.

¿Algunas manías de los jugadores profesionales?

Algunos ejemplos de jugadores de pádel con manías peculiares son los siguientes:

• Pablo Lima en el saque bota tres veces la bola y si tiene que parar por cualquier razón, vuelve a botarla el mismo número de veces.
• Majo Sánchez Alayeto tiene como principal mania el ser muy ordenada, hasta el punto que su hermana la considera una maniática. Por su parte, Mapi tiende a ser muy perfeccionista y hasta que no está todo perfecto no se queda tranquila.
• Miguel Lamperti se considera un jugador con muchas manías, siendo la peor la de tener que empezar sacando él, a pesar de que piense que su saque no es muy bueno.
• Agustín Gómez Silingo dejó de ir a los sorteos del principio de los partidos porque siempre los perdía.
• Algunos jugadores como Gonzalo Rubio o Juan Tello tienen la costumbre en ocasiones de soltar la pala cuando van a realizar un remate.
• Aranza Osoro y Jessica Castelló tienen la manía de sentarse en la silla que esté más lejos de la puerta. La segunda además trata de repetir el mismo conjunto si gana su partido.
• Marc Quílez también tiene su manía si gana su partido. Y es que mientras gane intenta usar la misma ducha del vestuario y, de haber alguien usando la ducha, prefiere esperarse a que esté libre.
• Seba Nerone suele equipar su bolsa de juego con todo lo que necesita por duplicado.
• Matías Díaz si gana, al día siguiente vuelve a repetir todo lo que hizo en el partido ganado.
• Marcello Jardim suele botar en tres ocasiones la bola antes del primer saque y si es el segundo lo hace cuatro veces.
• Germán Tamame se da una ducha de agua fría antes de iniciar el partido y tiene por costumbre empezar a atarse primero la zapatilla derecha.

NTT preguntó también a algunos de sus jugadores

La compañía japonesa de comunicaciones patrocina en la actualidad a varios de los mejores jugadores profesional. En una publicación de Instagram han preguntado a algunos de ellos sobre sus manías. Esto es lo que han dicho:

• Franco Stupaczuk: “Una de las manías que tengo es entrar a la cancha con el pie izquierdo“.
• Fernando Belasteguín: “Una de las manías que tengo es que cambio siempre el overgrip antes de los partidos oficiales. No quiero que nadie me lo toque porque creo que va a ser gafe“.
• Marta Ortega: “Siempre sigo el mismo orden para calentar, hago primero movilidad de espalda, caderas y rodillas. Tengo que seguir el mismo patrón“.
• Alejandra Alonso: “Procuro que entren las tres chicas primero y yo entrar la última. Cuando eso no pasa, pienso que voy a perder el juego“.

¿Por qué algunos jugadores tienen este tipo de supersticiones?

Pero lo interesante de estos rituales o manías es que tienen una aplicación psicológica a la hora de afrontar el partido por parte de los jugadores. Botar varias veces la bola o entrar antes a la pista, ayuda a tener una sensación de control de la situación que nos rodea y genera una seguridad mayor en el jugador.

Por otro lado, la realización de los rituales en pista mientras se está desarrollando el juego permite ganar tiempo de descanso y aprovechar para que el cuerpo se estabilice más, aunque sea un pequeño instante, puede permitirte tomar decisiones de cómo afrontar lo que resta de partido.

Es interesante realizar una dinámica de este tipo a la hora de enfrentarse en cualquier juego. Entre sus ventajas te sentirás más seguro de lo que estás haciendo, te dará tiempo para conectar realmente con lo que quieres ejecutar y en ocasiones se acaba convirtiendo en un ritual de tranquilidad a nivel psicológico que te permite jugar con mayor autoestima y confianza ante rivales con los que no te sientes muy seguro.

Disfruta de un partido, ganes o pierdas y tengas o no este tipo de rituales, manías o supersticiones. Muchos jugadores profesionales las tienen como te hemos mostrado en este artículo. Lo mejor es disfrutar del juego y alcanzar una mejora continua, aunque necesites proceder alguna manía personal para dar lo mejor de ti y ganar, que es el objetivo final.

¿Y tú? ¿Cuál es la manía más rara que has visto dentro de una pista de pádel?

Fuente: Padel Star / Federació Catalana de Padel