La dedicatoria más especial de Coello: “Un día le dije a mi abuelo que ganaría este torneo y se lo dedicaría”

El de Valladolid no ha sido un título más para Arturo Coello. El jugador vallisoletano conquistaba el título en casa por primera vez. Ya se le escapó hace dos años junto a Fernando Belasteguín y el año pasado con Augstín Tapia.

El Rey Arturo conquistó al fin Valladolid

Tal y como suelen decir, a la tercera fue la vencida. Los números 1 doblegaron a Ale Galán y Fede Chingotto en la final del Valladolid Premier Padel P2 en un duelo que estuvo más igualado de lo que se podían imaginar.

Y es que Agustín y Arturo se habían impuesto con autoridad a Ale y Fede en las dos finales disputadas tras el parón veraniego. Los números 1 mostraron un nivel superlativo tanto en Madrid como en Rotterdam y, ahora, en Valladolid, no querían perder la oportunidad de que Coello consiguiese su primera victoria en casa.

Dicho y hecho. Tercer título consecutivo para Arturo Coello y Agustín Tapia pero, esta vez, con más oposición que en las dos anteriores ocasiones. Ale Galán y Fede Chingotto plantaron una bonita lucha ante sus rivales y el partido acabó con victoria de los números 1 por 6-4, 4-6 y 6-3.

Como no podía ser de otra forma, nada más conquistar su primer título en su ciudad, Coello se ha dirigido a los suyos y lo ha celebrado de esta forma:

La especial dedicatoria de Coello a su abuelo

Sin embargo, cuando ha llegado la hora de hablar ante los micrófonos, el jugador vallisoletano ha dedicado el título a su difunto abuelo, al cual un día paseando por la Plaza Mayor durante un Valladolid Master de World Padel Tour le prometió que ganaría en su ciudad: “Un día le dije a mi abuelo que ganaría este torneo y se lo dedicaría”.

Esto era algo que llevaba consigo dentro y que quería mantener en secreto hasta el final: “No se lo he dicho a nadie, porque no quería gafarlo, pero es algo muy importante”. Aunque su abuelo ya no está con él, Arturo decía emocionado: “Espero que allá dónde esté lo haya podido disfrutar”.

Este gesto no hace más que agrandar la figura y la persona de Arturo Coello, un jugador que a pesar de su edad tiene una personalidad impropia de alguien de su edad.