Cuando un cable se encuentra con menor resistencia, se produce un mejor flujo de electricidad. Lo mismo pasa con tu mente, a mayores interferencias, menos energía vital. Las consecuencias de esto, se reflejan también en tu juego de pádel.
Piénsalo así: Tu potencial ya está dado, simplemente no se revela al 100% debido a las interferencias, que no son más que aquellas resistencias que reducen la calidad de tu actuación.
Saber gestionar esas interferencias y convertirlas en recursos otorgará tu ventaja competitiva en la competencia.
En un escenario hipotético, si redujeras todas las interferencias a la hora de jugar, serías como el cable que no tiene resistencia.
Tu “electricidad” – rendimiento – tendría un flujo natural y se revelaría automáticamente todo tu potencial.
¿Qué interferencias pueden afectar nuestro juego?
Existen gran variedad de interferencias en un juego de pádel, tanto internas como externas.
A continuación te presento seis de ellas, para que puedas identificar cuál de ellas es la que más peso tiene en tu juego y cómo mejoraría tu juego si no estuviese presente de esa manera.
También te propongo que identifiques cuál es la que más utilizas a tu favor.
1. Pensamientos
Los pensamientos son la principal interferencia por el simple hecho de que son profundamente internos, no tenemos control sobre ellos y además se vinculan con las otras 5 interferencias.
Podemos hacer con ellos lo que decidamos una vez que los podamos observar, es decir, es biológicamente imposible evitar tenerlos.
Tenemos hasta 70.000 pensamientos por día y estos, además, son responsables de nuestras emociones.
Pueden ser un arma de doble filo. Por un lado, son capaces de derribar todas las demás interferencias. Sin embargo, también pueden exacerbarlas y convertirlas en enormes limitaciones.
2. Sensaciones
Las sensaciones que tengas antes o durante la competencia, pueden determinar un rol preponderante en tu juego.
La interpretación de las mismas, a través de la interferencia de los pensamientos, será lo que determine si serán una limitación o un empuje.
Por ejemplo, concebir a los nervios precompetitivos como entusiasmo en lugar de ansiedad, cambiará completamente tu foco atencional.
¿Ya identificaste concretamente cuáles son tus sensaciones?
3. Árbitro
A partir de aquí, pasamos a interferencias externas. Aquellas que vienen de “afuera”.
El árbitro suele ser desencadenante de pensamientos, emociones y reacciones (de todo tipo). Una mala decisión arbitral nos lleva a perder la atención sobre nuestro juego y nos pone en un lugar de “víctima”.
Entender que somos los protagonistas de la competencia a cada momento ayudará a traspasar esta resistencia.
4. Tu pareja
Cuantas historias conocerás de parejas que se juntan y se separan cada temporada…
Esta interferencia suele darse no cuando la pareja es un problema en sí, sino cuando no se mantiene una adecuada comunicación.
Trabajar sobre el “cómo” se comunican, más que sobre el “qué”, impactará notoriamente en la relación y por ende, en el rendimiento.
A su vez, será importante profundizar sobre cómo la relación se refleja ante diferentes escenarios como el error o el acierto, para saber qué es lo que pueda estar “molestando” en el rendimiento y cómo utilizarlo a favor de la pareja.
5. Tus rivales
Este es un clásico. El rival como interferencia puede estar dado por diversas circunstancias, entre las cuales se pueden encontrar una provocación verbal, un gesto que molesta o simplemente caer en la comparación.
Tomar como marco de referencia al rival en lugar de centrarse en las propias habilidades, sin duda será una interferencia en tu juego.
Puedes tomar conciencia de cuánta atención estás poniendo del otro lado de la red para entender cómo esto te está afectando a la hora de dar el golpe perfecto.
6. El público
¿Cómo afecta en tu mente un grito desafortunado? Hay jugadores a los que una crítica por parte de un desconocido le puede sacar de su concentración. A otros, directamente, los hace dudar de sí mismos.
Los grandes jugadores de pádel no se ven afectados por ello, ya que cuentan con herramientas que les ayuda a “bloquear” estos estímulos externos e irrelevantes.
Lo mismo sucede con el ambiente en general. Que haya muchos espectadores puede crear un clima de presión. Sin embargo, ten en cuenta que no es lo mismo que haya presión en el ambiente a que te sientas presionado. Son dos cosas muy diferentes.
Poner el foco de atención en el público puede ser letal en tu performance.
Conclusiones sobre cómo gestionar las interferencias
Las interferencias son las piedritas en tu camino. Poder identificarlas y aprender a gestionarlas será muy potente a la hora de mejorar tu performance en competencia. Sin embargo, debes saber que este proceso es parte de tu autoconocimiento.
Cada interferencia lleva consigo la interpretación subjetiva de cada jugador.
¿Cuál es tu mayor interferencia?
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