Existe un pádel que es el que se ve durante el juego, sobre la moqueta, en lo que respecta a la técnica, la ejecución de los golpes y el trabajo de cada bola. En definitiva, todo lo que tiene que ver con la disputa de los puntos y el planteamiento de los partidos. Sin embargo, también existe el que solemos llamar el “otro pádel”. Este va mucho más allá y está relacionado, sobre todo, con factores más externos a todo lo que hemos mencionado, no tan vinculado a lo que es puramente el juego como tal. Nos referimos a ciertas estrategias que nos pueden llevar a ganar nuestro partido.

¿Qué es el “otro pádel”?
Esa segunda versión de este deporte, que tanto está creciendo en los últimos años, nos concede un abanico muy amplio de estrategias que podemos poner en práctica. Además, si sabemos utilizarlas bien puede que, incluso, nos sean de gran ayuda para ganar un partido.
Lo primero que debemos saber es que ese “otro pádel” trata sobre cómo sabemos gestionar ciertos momentos de los partidos y los diferentes tiempos de descanso, tanto entre los propios tiempos como en los cambios de lado.
Al tratarse el pádel de un deporte bastante intermitente, en el que con frecuencia se para y se reanuda el juego, tenemos tiempo de sobra para hablar con nuestro compañero, con nosotros mismos o con quien haya fuera para analizar lo que está pasando dentro del 20×10.
Sin embargo, estos tiempos, a veces, se utilizan con otras intenciones, ya aquí es donde empezamos a hablar de esas estrategias que pueden sacar de quicio a nuestros rivales. Es por ello que, para algunos, es posible que estas sean ciertamente polémicas.
Estrategias controvertidas durante un partido de pádel
Esos descansos de los que hemos hablado podrían ser nuestros grandes aliados o enormes enemigos. Todo depende del momento del partido en el que nos encontremos y las sensaciones que estemos teniendo nosotros mismos, nuestra pareja o los oponentes.
A veces nos damos cuenta, algo bastante inevitable, de que nuestro rival se encuentra muy cómodo, está muy enchufado y todo lo que intenta le entra. En esas ocasiones no nos interesa seguir rápido con el juego y permitirle continuar con ese buen ritmo. Podemos alargar esos 20 segundos entre puntos o los 90 entre los cambios de lado para tratar de enfriarle.

En cambio, cuando somos nosotros los que estamos con esas buenas sensaciones, entonces lo que mejor nos viene es sacar rápido y continuar con el partido con las menores pausas posibles. Aquí las conversaciones con el compañero no son la opción más útil. Pero claro, siempre tenemos que aceptar que, en esos casos, sea nuestro compañero el que decida alargar los descansos.
Jugar con los ritmos del partido
Otras estrategias de las que vamos a hablar tiene más que ver con el propio ritmo del partido. También podremos jugar con él en nuestro beneficio. Después de analizar al rival y ver sus puntos fuertes y débiles, tendremos la capacidad de elegir la mejor forma de marcar los tiempos.

A un jugador que se defiende bien con el ritmo rápido, lo lógico será jugarle algo más lento. En cambio, si vemos que su físico no es el mejor para aguantar un juego rápido, aquí podremos optar por acelerar la bola.
Algo más concreto es ver de qué forma es mejor pasarle en la red o forzarle a fallar. En ocasiones, un buen método es tirarle varios globos hasta que vaya perdiendo la paciencia.
Por el contrario, si los oponentes van muy bien por arriba, será mejor optar por las chiquitas y tratar de ganar la red así, reduciendo sus opciones de que nos mantengan atrás. Así también les dificultaremos acelerar el juego si es lo que queremos evitar.

Manu Martín nos habla también acerca de todo este asunto en su de canal de YouTube, de sobra conocido por los amantes de este deporte, “Mejora Tu padel“. En concreto, de estas estrategias trata en el vídeo que vamos a ver a continuación:
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