Entrevista con Maxi Grabiel: “Cada vez habrá más jugadores de 2 metros que se muevan como los de 1.70”

Pocas personas saben tanto de pádel en el mundo como Maxi Grabiel. El exjugador profesional compitió en el circuito durante muchísimos años y ahora aprovecha su experiencia para intentar sacar el máximo provecho de algunas de las mejores parejas. Concretamente, el argentino está al mando de la número cuatro, la formada por Coki Nieto y Mike Yanguas, que espera conseguir grandes resultados esta temporada.

En el pasado, Maxi Grabiel había estado con Martita Ortega y Bea González o más recientemente con Coki Nieto y Jon Sanz, campeones del primer Tour Finals de la historia de Premier Padel. Ahora afronta este comienzo de 2025 con máxima ilusión y atendiendo a Padel Addict en la presentación de las ASICS Gel Resolution X.

Entrevista de Maxi Grabiel para Padel Addict

Coki y Mike forman una pareja diferente, ¿cuál crees que es su principal fortaleza?

Creo que mentalmente están muy fuertes. Se ven competitivos y que pueden pelear con las mejores parejas del mundo, que de hecho ellos son de las mejores parejas del mundo. Coki ha mejorado mucho de cabeza y Mike yo creo que le aporta también mucha competitividad y un puntito más que a la pareja le viene muy bien.

¿Ha habido mucho trabajo en esa mejoría mental?

Pues te hablo de Coki, que es con el que más tiempo estuve y capaz que no se creía el jugador que es. Antes se conformaba con hacer unos cuartos de final o unas semifinales, pero ahora quiere más, así que creo que ese es el punto que más han mejorado.

Como entrenador de una pareja tan alta en el ranking y con tanta experiencia, ¿consideras más importante el trabajo del día a día o la labor en los banquillos durante los partidos?

Yo creo que el día a día. Al final esto es como un examen, que lo vas preparando durante mucho tiempo y cuando tienes que ir, ya tienes ahí lo que preparaste. O sea, que si no estudiaste antes, es muy difícil que las cosas te salgan. El día a día es clave y luego, evidentemente, el coaching te puede aportar algunas cosas, pero yo creo que todo el trabajo que hay detrás durante las semanas es más importante.

Yanguas es quizás un drive más moderno, pero Coki tiene un perfil más tradicional, sin tanta pegada. ¿Cómo es entrenar a un jugador como él?

Bueno, tratando de limar y fortalecer esas pequeñas carencias. Con carencias estamos hablando de que no le pega como otros jugadores, pero después tiene un montón de cosas que le hacen tan bueno o mejor que muchos otros. Entonces, tratamos siempre de mejorar esos aspectos. Es posible que no tenga la agresividad que tienen Tapia o Galán, evidentemente también por la envergadura, que es un jugador más pequeño, así que  también tratamos de mejorar eso.  Yo creo que ha ganado bastante en este último tiempo, no tanto en la pegada, aunque le pegue un poco más, pero juega más rápido, tira más víboras, tira más rulos… hay un montón de golpes que puede utilizar aparte de la pegada.

¿Hacia dónde crees que va el pádel?

A jugadores muy explosivos, que Coki no deja de serlo, es de los jugadores más rápidos, pero también muy potente. Creo que cada vez habrá más jugadores altos, que miden dos metros pero que se mueven como jugadores de 1.70m, que es lo que ha pasado en los últimos años en el tenis. Se tiende a jugadores que sacan muy fuerte o, en el pádel, que rematan muy fuerte. Yo creo que apunta para ahí este deporte.

Se habla mucho del pádel como espectáculo, ¿piensas que se podría hacer algo para mejorar el producto?

El espectáculo ya es muy bueno, es excelente. La gente que va a ver pádel en vivo se quedan alucinados, sobre todo de la velocidad a la que se juega. En la televisión no se aprecia mucho, porque mucha gente lo ve por televisión, pero no tuvo la posibilidad de verlo en vivo, entonces a nivel de espectáculo está muy bien y creo que ha mejorado mucho con las retransmisiones. Lo único que me gustaría de verdad es que pudiese crecer en otros países, que tenga un poco más de difusión, pero para eso tienen que ayudar evidentemente las televisiones locales. Por ejemplo, si se juega en Riyadh, son lugares que todavía no están desarrollados y se está apostando fuerte por ello, pero le falta crecer como espectáculo. Entonces, yo lo que haría es meter más televisión, más medios y promocionarlo por muchos lugares.

Temporada con mucha carga de torneos en ciertos meses. ¿Cómo se prepara al jugador para afrontar todas estas pruebas?

Se prepara con el tiempo que tenemos, no con mucho tiempo, porque al final entre el Master, que terminó sobre navidades, se vienen las fiestas, navidades… Empezamos a entrenar los primeros días de enero y justo después ya nos estábamos presentando en Riyadh. Tuvimos poco tiempo para entrenar y también hay que darle importancia al descanso, que es una parte muy importante de la preparación. Me hubiese gustado que los torneos, yo creo que a todo el mundo, hubiesen arrancado 15 días más tarde por lo menos para poder entrenar, tener un poquito más de descanso y poder entrenar un poquito mejor.

Para los aficionados, el jugador profesional es casi perfecto, pero los entrenadores debéis tener otro punto de vista. ¿Cómo se mejora a alguien del nivel de Coki o Yanguas?

Trabajando sobre pequeños aspectos y sobre cosas puntuales que han pasado en el torneo. Por ejemplo, si Coki estuvo mal con el drive en un torneo, entrenando en la semana, practicando eso y tratando de simular siempre situaciones que pueden pasar en un partido. Empezamos sobre las carencias que tuvo cada jugador para tratar siempre de trabajarlo en situaciones reales, porque al final estos jugadores son fenómenos, entonces si te pones a tirarles bolas del carro, les sale sin problema. Tienen que trabajar en jugadas reales.

¿Y como entrenador, cuál es el mayor reto al que se enfrenta Maxi Grabiel día a día?

Yo creo que la gestión emocional de los jugadores. Que vayan a entrenar todos los días con ganas, que estén en el torneo con buena actitud… Por lo general, la tienen, pero hay días que están mejor y otros que están peor, entonces yo creo que hoy la función del entrenador, aparte de lo que estábamos en cuanto a las pequeñas correcciones dentro de la pista, es un poco la gestión emocional de una pareja. Tratar de que se lleven bien y que las cosas cuajen, que eso es lo más difícil.