El pádel es un deporte en el que nuestros errores contabilizan en el marcador a favor del rival. Por ello, desde el nivel más principiante hasta los jugadores profesionales, es clave reducir errores no forzados.
Seguro que todos conocemos una persona que se le dice que es un pasabolas, y aunque parezca una crítica hacia su forma de jugar, nada queda más lejos de la realidad. ¿Cuántos partidos hemos perdido sin que el rival haga “nada”? Son muchos los encuentros en los que nos hemos enfrentado a una pareja que no ha pasado apuros de ningún tipo, solo se han mantenido ordenados y han pasado una bola más.
Este es el mantra de muchos profesionales del deporte: pasar una bola más que tu rival. Y para ello debemos disminuir todo lo posible nuestros errores no forzados, en este artículo os daremos unas pautas.
¿Cómo reducir errores en nuestros partidos?
1. Concéntrate
Primordial, antes que cualquier otra cosa, sin esta condición no hacemos nada. Muchos de nuestros errores vienen por esta vía. No estamos concentrados en el juego y el golpe del rival nos pilla por sorpresa. Aunque estemos tocando poca bola, nuestros ojos siempre deben estar fijos en ella y nuestra cabeza en el juego.
2. No te aceleres
El rival nos lanza un buen globo que nos sobrepasa, y en vez de dejar que bote y hacer una correcta elección de golpeo, hacemos un gancho lo más forzado posible. En vez de seguir poniendo la bola en juego, en el momento en el que peor llegamos a realizar el golpeo, más nos la queremos jugar. Efectuamos nuestro servicio, y parece que la primera volea la queremos quemar a tope. No, no tengas prisa.
Este consejo nos lleva a la estrategia llamada “Suma de 10”, a continuación, os dejamos un vídeo de Manu Martín en el que nos la explica perfectamente.
3. No caigas dos veces en la misma piedra
Y aunque el ser humano sea el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, nosotros no. Nosotros somos jugadores de pádel. En cuanto el rival detecte una debilidad en alguno de nuestros golpeos, siempre nos va a machacar por ahí. Así que, si por ejemplo estás fallando todo el rato la misma bandeja, no intentes apretar cada vez más la siguiente, porque esto solamente te frustrará. Respira y elige otro camino más sencillo para volver a restaurar tu confianza.
Por consiguiente, este aspecto nos lleva a mejorar nuestra técnica. Si encontramos alguna flaqueza en el repertorio de nuestros golpeos, no quedará otra que practicarlo y entrenarlo hasta que se convierta en una fortaleza.
4. Escoger una buena táctica
Esta es la faceta de nuestro juego que más nos va a ayudar, dónde debemos lanzar la bola. Aquí aparece lo típico que todos conocemos: jugar fácil y en cruzado. No intentemos hacer cosas que no sabemos, realiza golpeos que ya domines. Además, jugar en cruzado nos aporta mucho más margen, ya que la bola tiene más espacio a recorrer.
Pero un aspecto que está infravalorado es jugar a la T. Juega al medio. A pesar de que para algunos pueda parecer una tontería, es la estrategia más eficaz, tanto como para reducir nuestros errores como para hacer daño al rival. Encontramos multitud de beneficios jugando en esta zona:
- En primer lugar, reducimos nuestros errores no forzados al tomar menos riesgos (como por ejemplo jugar a la pared lateral o a la malla).
- Siempre vamos a tener un espacio constante en esa parte de la pista.
- Trabas a los rivales, aunque tengan una correcta comunicación, ambos siempre van a hacer el ademán de ir a por esa bola.
- Unido al anterior consejo, juntas a los rivales y liberas espacios. En este caso sí que podrías jugar una bola más fácil a los ángulos.
Estos han sido algunos aspectos que os hemos proporcionado para que cometáis menos errores no forzados dentro del 20×10. Pero no nos queremos olvidar del más importante: disfruta y diviértete. Aunque parezca un tópico infantil, estas dos condiciones nos van a ayudar a agarrar esa confianza y desempeñar nuestro juego lo más sueltos posible.
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