¿No os ha pasado que durante un partido habéis tenido un bloqueo mental y no os salía nada? Esto suele pasar debido a un enfoque psicológico que no nos permite sacar todo nuestro juego en la pista. Es cuando se dice que además de jugar contra los rivales que tenemos enfrente, también jugamos contra nosotros mismos.
A continuación os damos una serie de consejos de cómo salir de un bloqueo mental:
Trata de luchar todas las bolas como si fueran la última del partido. Aunque sepas que no llegues a esa bola, inténtalo, te dará confianza para seguir intentándolo y atemorizará a tus rivales que verán cómo no vas a cesar.
Evita los gestos, gritos y desprecios. Debes de tratar mostrarte concentrado en todo momento y que tu compañero se percate de ello. Además, mostrarse impasible ante cualquier cosa provocará que tus rivales se vuelvan locos.
Juega siempre al máximo. Si juegas siempre igual te acostumbrarás a estar al mismo nivel y pelearás igual en todos los partidos. Sin embargo, si juegas de manera distinta según los rivales contra los que te tocan jugar, puede que no sepas cómo afrontar los partidos, teniendo que pensar como salir vencedor de cada uno de ellos.
Si ves que estás teniendo un bloqueo durante un partido, trata de aprovechar los pequeños descansos que te dan entre el cambio de pista. Analiza que está pasando en el partido, háblalo con tu compañero y trata de darle solución. Aunque tu rival se meta en la pista sin parar a descansar en el cambio de pista, tú no tienes por qué hacer lo mismo. Trata de frenar el juego.
Cuantos más torneos juegues mejor. La inquietud y el bloqueo mental suele darse con mucha frecuencia en los torneos, y ello es fruto de no jugar con mucha asiduidad. Trata de jugar muchos torneos. Si juegas pocos sentirás la presión de la competición y no podrás desplegar tu juego.
Piensa porque has cometido ciertos fallos. Tras cada error debemos de analizar desde un punto de vista técnico y táctico. Reflexiona sobre ello durante unos segundos y en cómo vas a actuar en los siguientes puntos para que no vuelva a ocurrir.
Si fallas bastante, concéntrate en poner la bola en juego. Si no estamos lo suficientemente finos, tendemos a bloquearnos, a que se nos encoja el brazo y, por tanto, seguiremos fallando. En esos momentos tenemos que ser simples, intentar meter bolas profundas, atacando al medio de los dos rivales y de esta manera podremos volver a nuestro nivel.
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