El pádel femenino ha sufrido en los últimos años un gran cambio en su juego. Factores como la potencia, la velocidad o el físico han pasado a tener un papel más primordial en la jugadora de pádel. Un reciente reportaje del World Padel Tour lo corrobora con las declaraciones de varias jugadoras del circuito como Carolina Navarro, Ceci Reiter, Cata Tenorio o Eli Amatriain:
Carolina Navarro se ha constituido como la jugadora ejemplo de esa progresión que se ha venido dando en los últimos años. La malagueña siempre ha destacado por una potencia y explosividad pocas veces antes vista en un pádel femenino en el que el juego defensivo se imponía al ofensivo. Su propia compañera, Ceci Reiter, la ve como una pionera en el pádel femenino ya que marcaba la nueva forma con la que se vería este deporte hoy en día.

Con el paso de los años la juventud y la presencia en el circuito de pádel femenino de jugadoras provenientes del tenis han provocado esa evolución. Así, el resto de jugadoras, han tenido que amoldarse hacia ese nuevo prototipo de jugadora moderna, como bien comenta Eli Amatriain. La posición de drive ha pasado de tener un juego puramente defensivo a uno donde la parte ofensiva también está muy presente.
El físico también ha tenido mucho que ver en ese desarrollo del pádel actual. Cada vez son más las horas en las que entrenan no sólo en pista sino también en el gimnasio.

La pareja formada por Majo y Mapi Sánchez Alayeto son un claro ejemplo de la pareja que tiende a predominar en el circuito femenino en los próximos años. Otras jugadoras como Lucia Saínz o Marta Marrero han sabido sacado provecho al tenis para hacerse un hueco en el pádel femenino.
¿Seguirá evolucionando el pádel femenino a otros niveles?